En conversación con la docente, nos cuenta su experiencia en Ayllu y cómo enfrenta actualmente la cuarentena y mantiene el contacto con sus alumnos, que pertenecen a los cursos de 7° y 8° básico, los desafíos que esto ha implicado y la satisfacción de ser un apoyo formativo y también emocional.
¿Cómo fue su experiencia en Ayllu Solar?
Fue una experiencia muy buena la que yo viví con mis estudiantes y colegas. Con los chicos de séptimo hicimos un proyecto de duchas de agua caliente para el liceo, basados en la energía termosolar. Para ello, nos aliamos los profesores de ciencias, lenguaje y tecnología, gracias a esto el proyecto dio los resultados esperados.
Por otra parte, a mí como docente me ayudó a fortalecer la relación con mis colegas, realizar un trabajo colaborativo que funcionó a tal punto, que incluso algunos de los chicos de más escasos recursos, que viven en tomas, llevaron esta idea a sus hogares, para dar solución a un problema de su comunidad familiar. Ahí nos dimos cuenta que este aprendizaje no se queda sólo en sus cabezas, sino que lo aplican y cumplen con el objetivo de dar solución a una problemática.
Actualmente, ¿cómo ha enfrentado la escuela la cuarentena obligatoria para la educación?
Al comienzo trabajamos en turno éticos, enviando guías para los estudiantes. Sin embargo, el método no funcionó mucho. Luego, se creo una página de Facebook, donde los profesores enviamos guías, tutoriales, videos, etc. Ahí hubo más respuesta por parte de los estudiantes, pero siempre hay algunos a los que es más difícil llegar, ya que no tienen conexión o luz eléctrica. Para esos casos más complicados la dupla psicosocial de la escuela va a las casas de los estudiantes a llevarles material.
En mi caso particular, realizo con mis alumnos clases por Zoom. He tenido que ir modificando contenidos, ya que no puedes pasar todo lo exigido en estas circunstancias. Yo me alegro mucho de ver sus caritas en la pantalla y en ese espacio que tenemos trato de sacarlos de el estrés o el aburrimiento del encierro, la parte emocional es muy importante en estos momentos.
De su formación en ABP para Ayllu Solar ¿qué habilidad rescata en estos momentos de crisis como una buena herramienta?
Principalmente, la creatividad. Ver esta crisis como una oportunidad para que los estudiantes piensen, observen su realidad, se planteen problemas y busquen solucionarlos. Por ejemplo, tengo una alumna que me comentaba que su mamá cocina mucho en cuarentena y se le acaba el gas muy rápido. Entonces, ella pensó en hacer una cocina solar y me cuenta que está recolectando los materiales para poder construirla.
Ese aprendizaje que nos dejó el ABP me parece muy valioso, ya que ahora ellos son capaces de llevar a la práctica sus aprendizajes y utilizarlos para resolver las dificultades que puedan tener. Para mí es un desafío, ya que yo actúo como guía, pues ellos mismos son los que imaginan y buscan los medios para crear. Eso es un gran logro que yo veo como docente: que el conocimiento se aplique y sea útil para que ellos enfrenten el mundo complejo en el que vivimos.